Este modesto articulo lo escribí a finales del 2015, en puertas de las elecciones del 2016 resulto un poco premonitorio lo comparto ahora alejándome un poco del tema de las neurociencias y la psicología, o quizá no tanto ya que un pueblo sano mentalmente jamas votaría por aquellos que hoy están presos o perseguidos, se los dejo a fin de que se formulen sus propias conclusiones.
Ser responsables
Parece
sorprendente como en el panorama político de nuestro país, el pueblo principal
protagonista de estos sucesos no tenga una visión clara de lo que realmente
esta en juego en estas elecciones y en algunos casos existe una total indiferencia
en relación a este tema, sin considerar las repercusiones que una mala decisión
ocasionaría en el futuro de nuestro país.
En este momento
existen muchos candidatos inscritos y otros mas por inscribirse, la mayoría de
ellos sin ninguna noción clara de lo que van a hacer, en el caso de que
llegaran a la presidencia, muchos de ellos sin mayor posibilidad de alcanzar
una eventual segunda vuelta y otros mucho menos de lograr pasar del 5 % de las
votaciones; la mayoría de ellos tienen conocimiento claro de este hecho; sin
embargo, son movidos a continuar en la contienda electoral por los “mecenas”
que auspician sus campañas y que están tras bambalinas invirtiendo, en una
eventual curul del congreso, así como los partidos mas conocidos los cuales
cuentan con muchos “dinosaurios de la política peruana”, que cambian de postura
política como si de ropa se tratara, pasando de la extrema izquierda a la
extrema derecha y viceversa todo por “el sagrado deber de servir a la patria “(Querido
lector, permítame hacer una pausa para reírme), mucha de esta gente o gentuza
no tiene ninguna intención de servicio; por el contrario, están en busca de una
manera fácil de tener dinero y poder, una muy buena combinación para quien
prefiere la plata fácil al trabajo y sobre todo para algunos que ya probaron la
mamadera y no tiene intención de dejarla como es el caso de los actuales
congresistas quienes a pesar de las criticas, sin sangre en la cara se muestran
ofuscados y ofendidos ante los que cuestionan sus posibles reelecciones,
algunos hasta han llegado a sugerir “el daño que causaría al país el privarlos
de su experiencia y de la continuidad de su trabajo” (otra pausa para reírme)
quizá es que no se ha creado una adecuada legislación al respecto de las
elecciones justamente por que se pone al gato de despensero y no hay quien
quiera privarse del “honor” de volver a servir a nuestro país por otro lado hay
algunos candidatos relativamente nuevos en política y con un inesperado
despunte que ya están pregonando el no a la reelección. esto seria propicio y
loable si es que ya hubieran gobernado, no será acaso de que de una forma
soslayada le quieren abrir camino a sus amigos y compadres que también son
nuevos en política, si tenemos la mala suerte de que lleguen al gobierno cerca
de los cinco años del nefasto gobierno que harían, tras gallos y medianoche se
derogaría la famosa ley de reelección con el también famoso pretexto de seguir
sirviendo al país como en su momento lo hizo un ex presidente hoy convicto, la
verdad de todo esto es que no existe una intención real de gobernar el país si
no que el gobierno, se ha convertido en un bien muy preciado para quienes ya
disfrutaron de sus mieles y para aquellos que solo habían soñado en oscuros
sueños de opio en llegar a gobernar y que ahora por falta de seriedad y
responsabilidad de mucha gente, hoy esos sueños se están haciendo realidad, por
eso desde aquí solo queda decirle que antes de elegir a un candidato se informe
e investigue acerca de la vida y la honestidad de ese candidato, y si no quiere
hacerlo mejor vicie su voto, sea consciente de que el sueño o la pesadilla
duraran los próximos 5 años si es que alguna revolución no termina de una vez
con la frágil democracia de nuestro sufrido Perú.
Carlos Daniel De
Luise Saurré