jueves, 20 de agosto de 2020

 

De Raza y de Racismo

 Yo nací y crecí en los Barrios Altos en el Cercado de Lima una zona pobre pero de gran tradición y uno de los barrios mas antiguos del Perú (si no el mas antiguo desde la formación de Lima),en la Maternidad de Lima a una cuadra del Oráculo de Limay que es el verdadero centro de la ciudad pero eso es otra historia que ya les contare, en ese entonces como ahora existía una diversidad de personas de distintas partes del Perú todos conviviendo juntos sin mayores problemas una cosa que recuerdo es la diferenciación que se hacia en cuanto a la descripción de los habitantes recuerdo el famoso “Colorao” que identificaba a mis hermanos y a mi al igual que a la demás gente blanca que vivía ahí, así mismo estaba el “Negro”, o el “Cholo” o el “Chino” o el “Charapa” de tal manera que existía una identificación especifica y lo mas resaltante nadie se sentía ofendido , ni se peleaban, por recibir tal o cual apelativo, y la razón era sencilla todos se sentían orgullosos de ser parte del barrio y de la comunidad sin importar mucho el color de la piel.

Veo ahora con sorpresa como gente de determinadas etnias se ofende ante situaciones racistas, sin tomar en cuenta que los racistas en la concepción de su estupidez no tienen ni siquiera sustento para la denominación ya que los seres humanos solo tienen una “raza” que es el Homo Sapiens, es la única raza humana hace mucho tiempo, existieron realmente más razas humanas la más notable fue la de los Neandertales, pero esta raza se extinguió y solo sobrevive la raza humana de los Homo Sapiens en la cual están incluidas todas las etnias, ¿entonces de qué diablos hablan los racistas?, si todos los seres humanos son eso humanos independientemente del color de su piel o de sus características físicas, cual es el argumento para descalificar a una persona por estas razones, y lo peor de todo es que algunas personas les dan valor a estos insensatos racistas y se sienten mal por lo que ellos dicen, opinan o insultan, y esta también el que es racista sin serlo el que cree que por poseer determinadas características físicas debe de tener un trato especial porque en el pasado lo discriminaron, porque en el futuro cree que discriminaran a su “raza” en lugar de pensar que son parte de este hermoso planeta, sin dar importancia a mentes estrechas como la de los racistas que fueron criados con la certeza de ser superiores y diferentes al resto de los humanos, ese es su problema y tendrán mucho trabajo por delante para cambiar esas falsas creencias que les inculcaron , por otra parte es tarea de todos evitar la discriminación y el abuso contra algunas personas por sus características físicas mas halla de ser una estupidez es un grave delito que no debemos tolerar en pleno siglo XXI hacer la suma y no la resta y ver como en el caso de nuestro Perú cuantas cualidades artísticas, gastronómicas, culturales, sociales han surgido de la mezcla de todas las etnias que componen nuestra amada Nación.

Psi. Carlos Daniel De Luise Saurré




 

El Fantasma de la Culpa

La culpa ha acompañado a la humanidad por todo el tiempo que esta existe y en menor o mayor caso ha sido responsable de grandes acciones o de lamentables perdidas.

Pero ¿qué es la culpa?

Según la psicología la culpa es una emoción que provoca un desagradable sentimiento de responsabilidad por algún daño causado a consecuencia de una acción o por el contrario por alguna omisión, indistintamente que haya sido intencional o casual.

La culpa viene condicionada desde nuestra niñez y sirve como una efectiva forma de modificación de conducta, lamentablemente no todas las personas hacen uso responsable de este poder con sus niños y estos excesos causan estragos que acompañan algunos individuos durante el transcurso de sus vidas. Un padre, una madre u otro familiar responsable de un niño o niña hacen uso de la culpa para corregir acciones “malas” y haciendo sentir su malestar a través de la desaprobación, “no sabes lo mal que me haces sentir con tu comportamiento” frases como esta han sido usadas con el fin de corregir conductas al desaprobar determinadas actitudes y de premiar algunas otras dependiendo del nivel de culpa que se proyecte en el menor.

Pero qué pasa con los adultos, pues la culpa, al estar condicionada sirve de igual forma para manipular y es usada casi siempre de forma inconsciente por algunas personas para lograr lo que quieren, y esta la peor de todas la autoculpa esa que brota ante situaciones que notablemente están fuera de nuestro control sin embargo nos produce esa indeseable sensación de culpa, en estos tiempos de pandemia ante la posibilidad de poder contagiar accidentalmente a algún familiar vulnerable la culpa surge ante este escenario y vemos a familiares de pacientes de COVID graves muchos de ellos ya habiendo atravesado la enfermedad sin consecuencias corriendo de un lado a otro buscando medicinas , oxigeno y sobre todo dinero para costear estos gastos todo esto con un gran sentimiento de culpa por haber contagiado a su ser querido.

Pero ¿qué tan responsable se puede ser ante situaciones cuya magnitud no podemos medir hasta que suceden?, es acaso la culpa atemporal y se manifiesta en un determinado punto del tiempo en el que conocemos los hechos cuando las situaciones ocurrieron cuando no sabíamos o no teníamos un claro pronostico de lo que pudiera pasar, se da mucho en los casos de accidentes en los que un familiar madre , padre u otro familiar sobrevive al accidente y mucho peor si fue responsable del mismo surge la culpa de haber ”matado” a su ser querido cuando esto esta muy alejado de la verdad que envuelve a un accidente ya que la misma palabra lo describe como un hecho fortuito e imprevisto, también es posible sentir culpa por algo de lo que realmente seamos responsables, sin embargo es mas importante las acciones para corregir esa situación que el sentarse a sentir culpa.

Lidiar con esta autoculpa parte de una acción tan elemental como la autocompasión y la real comprensión de los hechos, de ubicar las situaciones en el contesto temporal en que sucedieron y no proyectarlas al futuro, es como sentirse culpable de no haber ganado la lotería sabiendo ahora los números que salieron cuando no teníamos ni la menor idea de los mismos cuando compramos el boleto, esa culpa puede ser totalmente irracional, autodestructiva e injusta con nosotros mismos, por eso es importante evaluar las situaciones y reconocer que la culpa es un sentimiento poco útil o que quisa parte de su utilidad sea la de hacer sentir mal a quien la padece y de cambiar la realidad a una fantasía funesta en la que nos responsabiliza de lo malo que este sucediendo o que ya haya sucedido.

Por otro lado, el sentir algo de culpa hace que las personas se responsabilicen por sus acciones y enmienden los errores que pudieron haber cometido y que generaron la culpa como todo en la medida correcta cumple un objetivo y así es como quisa deba ser.

 

Psi. Carlos Daniel De Luise Saurré

martes, 25 de febrero de 2020



Resultado de imagen de bebes peleando por juguete

Nacemos sin traer nada, morimos sin llevarnos nada, pero durante la vida peleamos por lo que nunca trajimos y por lo que jamas nos llevaremos

lunes, 17 de febrero de 2020


Resultado de imagen de el grito cuadro

Acerca de los Miedos

Carlos Daniel De Luise Saurré

Se habla mucho de los miedos, esa sensación que nos paraliza o nos moviliza a realizar acciones que no queremos, el miedo, tan antiguo como la humanidad y ligado al hombre para bien o para mal. 

Todos tenemos miedo, y el miedo está ligado a actos elementales como a las más complejas abstracciones, el miedo como herramienta de supervivencia a cumplido su función de preservarnos , ese miedo que dispara respuestas de lucha o huida y que ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, pero ¿Qué pasa cuando el miedo no parte del exterior ,si no que nace en la mente del individuo?, esto se explica porque estos miedos son cogniciones, elementales o complejas pero siempre parten de la interpretación ante una determinada situación, un ejemplo de ello sería el estar caminando por una calle solitaria de apariencia peligrosa, esto nos producirá miedo al interpretar que puede tratarse de un lugar donde pululan delincuentes y eventualmente ser víctimas de un crimen, a medida que avancemos ese miedo se hará más intenso y si nos topamos con alguien del lugar que nos dé un poco de confianza podremos indagar, por ejemplo una vendedora, un repartidor etc. Y al preguntarle por el lugar si nos dice que es un lugar tranquilo el miedo desaparecerá y si por el contrario confirma que es un lugar peligroso, nuestro miedo aumentará, todo esto sin que haya sucedido nada malo, solo el pensar en lo que pudo pasar fue suficiente para alimentar y sostener el miedo hasta que otro pensamiento lo extinga.

Pero volviendo a la pregunta ¿Qué pasa cuando el miedo no parte del exterior, si no que nace en la mente del individuo? No hay calle solitaria, no hay peligro inminente, no hay factor externo que evidencie la presencia de situaciones que puedan dañar al individuo y sin embargo se siente miedo, ese miedo que puede nacer en el sillón de una confortable sala, o en un lugar paradisiaco, un miedo que paraliza que nace de oscuros pensamientos y de falsas interpretaciones de la realidad que nos rodea, ese miedo que no tiene un sustento material pero que cuenta con una mayor fuerza la fuerza del pensamiento.

Un claro ejemplo es el antiguo cuento de Juan sin miedo, para los que no lo conocen es la historia de un muchacho que era incapaz de sentir miedo, a causa de esto era capaz de enfrentarse a los más aterradores monstruos y fantasmas sin una pisca de temor hasta que se enamora de una joven y al retornar de sus aventuras en la búsqueda del miedo, encuentra que está postrada en cama, gravemente enferma y la posibilidad de su muerte y perderla es lo que lo hace conocer el miedo, aunque la joven se recuperó y vivieron felices como en la mayoría de los cuentos, el solo pensamiento de la posible pérdida de su amada fue suficiente para que experimente la sensación de miedo, recuérdese siempre que el verdadero valiente no es aquel que no siente miedo, si no que a pesar del miedo que siente se enfrenta a lo desconocido, aquel que no siente miedo no es un valiente si no un insensato.

Los miedos pueden ser paralizantes o motivadores, el miedo puede llevar a una persona a la inactividad total , y por el contrario el miedo puede lograr que la persona haga cosas que jamás imagino que podía hacer, mucho se ha discutido en relación a si el miedo es un motivador, ya que la palabra motivación ha adquirido una connotación positiva y el miedo no ajusta mucho con esa interpretación, sin embargo desde el punto de vista etimológico la palabra motivación deriva de “motivare” que significa movimiento, acción y el miedo sí que muchas veces hace moverse a las personas, recuérdese de la reacción de huida o pelea, ambas son motivadas por el miedo, son acciones tan elementales que son compartidas con los animales y representan un importante mecanismo de supervivencia.

Los miedos tan antiguos, tan paralizantes, tan motivadores pueden ser una amenaza o convertirse en oportunidades, el domar a la fiera y disminuir poco a poco la intensidad de los miedos, puede convertirse en una efectiva manera de aprovechar algo que inevitablemente nos acompañara por el resto de nuestras vidas.

Ps. Carlos De Luise Saurré
17/02/2020