sábado, 9 de enero de 2021

 



Cuantas veces nos ha sucedido

 

Cuantas veces nos ha sucedido, amanece el día radiante, hermoso con entusiasmo, con todas las pilas puestas y de repente miras un papel que alguien deja en la puerta de tu casa o al revisar tu correo encuentras un e-mail que te habla de las maravillas que podrías pedir y obtener con solo pedirlo pero como nada es gratis ni los deseos, debes de cumplir con un ritual, el de enviar 10,20 o mas copias ya sean físicas o virtuales  a cuantas personas puedas ¡ah! y pobre de ti que no lo hagas te caerán las siete maldiciones o lo que deseaste se volverá contra ti o se morirá tu gato etc. Porque no cumpliste con la condición, entonces si eres supersticioso el hermoso día se torna gris y la angustia se apodera de ti y no te queda otra que ponerte a escribir a cuantas personas Conozcas, mandándoles el "paquetito" para así verte libre de aquella maldición y no estarás tranquilo hasta haber enviado el ultimo correo o compartiendo con cuantos puedas y si por casualidad olvidaste hacerlo o no lo hiciste en su debido periodo de tiempo (si porque ahora hay cadenas con tiempo limitado para hacerlas) empiezas a encontrar un abanico de razones para tus penas como: "con razón salí mal en el examen" o "Por eso no me dieron el empleo" o excusas como esa para justificar las cosas que no te salieron bien ahora si no eres supersticioso como yo y un poco curioso la cosa empieza a tomar otro color y empiezan a surgir las acostumbradas preguntas ¿Cuál es la razón de las cadenas?, ¿Qué objetivos persiguen? y descubrí que son varios desde la simple necesidad de atención anónima y amateur hasta las cadenas anexadas a malware que se dedican a robar información y venderla a terceros, por esta razón llegan anuncios y promociones a nuestros correos y no sabíamos de donde ahora lo saben.

Conozco mucha gente que acostumbra a seguir las cadenas y la verdad no he visto en ellas un cambio sustancial siguen siendo como deben ser no se han convertido en super magnates ni han logrado la felicidad perfecta y es que tratar de conseguir eso es una quimera, la felicidad no es un estado no somos felices, nos sentimos felices y para serlo lamentablemente tendremos también en algún momento que sufrir ya que de otra forma no lograríamos conseguir diferenciar la felicidad del sufrimiento así que procuremos sentirnos felices en lugar de tratar de serlo y empecemos a buscar las razones de no sentirnos felices, no en cumplir o no un ritual sino en nosotros mismos que somos los únicos constructores de nuestro destino y si quieres envía esto a quien te parezca y si no, no te preocupes que no se caerá tu casa, ni se morirá tu gato ni te caerán las siete plagas de Egipto.

 

 

Ps. Carlos De Luise Saurré

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