Acerca de los Miedos
Carlos Daniel De Luise Saurré
Se habla mucho de los miedos, esa sensación que
nos paraliza o nos moviliza a realizar acciones que no queremos, el miedo, tan
antiguo como la humanidad y ligado al hombre para bien o para mal.
Todos tenemos
miedo, y el miedo está ligado a actos elementales como a las más complejas abstracciones,
el miedo como herramienta de supervivencia a cumplido su función de
preservarnos , ese miedo que dispara respuestas de lucha o huida y que ha
acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, pero ¿Qué pasa cuando el
miedo no parte del exterior ,si no que nace en la mente del individuo?, esto se
explica porque estos miedos son cogniciones, elementales o complejas pero
siempre parten de la interpretación ante una determinada situación, un ejemplo
de ello sería el estar caminando por una calle solitaria de apariencia
peligrosa, esto nos producirá miedo al interpretar que puede tratarse de un
lugar donde pululan delincuentes y eventualmente ser víctimas de un crimen, a
medida que avancemos ese miedo se hará más intenso y si nos topamos con alguien
del lugar que nos dé un poco de confianza podremos indagar, por ejemplo una
vendedora, un repartidor etc. Y al preguntarle por el lugar si nos dice que es
un lugar tranquilo el miedo desaparecerá y si por el contrario confirma que es
un lugar peligroso, nuestro miedo aumentará, todo esto sin que haya sucedido
nada malo, solo el pensar en lo que pudo pasar fue suficiente para alimentar y
sostener el miedo hasta que otro pensamiento lo extinga.
Pero volviendo a la
pregunta ¿Qué pasa cuando el miedo no parte del exterior, si no que nace en la
mente del individuo? No hay calle solitaria, no hay peligro inminente, no hay
factor externo que evidencie la presencia de situaciones que puedan dañar al
individuo y sin embargo se siente miedo, ese miedo que puede nacer en el sillón
de una confortable sala, o en un lugar paradisiaco, un miedo que paraliza que
nace de oscuros pensamientos y de falsas interpretaciones de la realidad que
nos rodea, ese miedo que no tiene un sustento material pero que cuenta con una
mayor fuerza la fuerza del pensamiento.
Un claro ejemplo es
el antiguo cuento de Juan sin miedo, para los que no lo conocen es la historia
de un muchacho que era incapaz de sentir miedo, a causa de esto era capaz de
enfrentarse a los más aterradores monstruos y fantasmas sin una pisca de temor
hasta que se enamora de una joven y al retornar de sus aventuras en la búsqueda del miedo, encuentra que está postrada en cama, gravemente enferma y la posibilidad de su
muerte y perderla es lo que lo hace conocer el miedo, aunque la joven se recuperó
y vivieron felices como en la mayoría de los cuentos, el solo pensamiento de la
posible pérdida de su amada fue suficiente para que experimente la sensación de
miedo, recuérdese siempre que el verdadero valiente no es aquel que no siente
miedo, si no que a pesar del miedo que siente se enfrenta a lo desconocido,
aquel que no siente miedo no es un valiente si no un insensato.
Los miedos pueden
ser paralizantes o motivadores, el miedo puede llevar a una persona a la
inactividad total , y por el contrario el miedo puede lograr que la persona
haga cosas que jamás imagino que podía hacer, mucho se ha discutido en relación
a si el miedo es un motivador, ya que la palabra motivación ha adquirido una connotación
positiva y el miedo no ajusta mucho con esa interpretación, sin embargo desde
el punto de vista etimológico la palabra motivación deriva de “motivare” que
significa movimiento, acción y el miedo sí que muchas veces hace moverse a las
personas, recuérdese de la reacción de huida o pelea, ambas son motivadas por
el miedo, son acciones tan elementales que son compartidas con los animales y
representan un importante mecanismo de supervivencia.
Los miedos tan
antiguos, tan paralizantes, tan motivadores pueden ser una amenaza o
convertirse en oportunidades, el domar a la fiera y disminuir poco a poco la
intensidad de los miedos, puede convertirse en una efectiva manera de
aprovechar algo que inevitablemente nos acompañara por el resto de nuestras
vidas.
Ps. Carlos De Luise Saurré
17/02/2020
Muy buen artículo
ResponderEliminarInteresante artículo, gracias por compartirlo
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